Respira hondo!

Tratamientos alternativos en Asma Bronquial

• Aromaterapia:

En niños asmáticos se puede preparar una mezcla de aceites esenciales de lavanda y manzanilla y colocarla cerca del niño. Poner unas gotas de agua hervida y aplique ésta sobre el pecho del niño o usarla como vaho.

En adultos se puede diluir varias gotas de aceites de eucalipto, enebro y gaulteria en una cucharada de aceite de almendra y aplicar la mezcla en el pecho antes de acostarse. Esos mismos aceites y los de menta y romero pueden inhalarse si se tiene dificultad para respirar.

• Aprendizaje de técnicas respiratorias; Técnica de Alexander y quiropráctica:

Estas técnicas manipulativas se usan para enseñar a los enfermos de asma a respirar de forma apropiada. En el caso de los niños el terapeuta también los ayuda a corregir su postura corporal para reducir el riesgo de que sufran deformidades de la columna vertebral y la caja torácica. En el asma bronquial, las terapias respiratorias corrigen y mejoran la respiración. Se persigue normalizar la espiración, ya que la mucosidad e hinchazón de los conductos bronquiales hacen que la persona tenga miedo a no poder respirar.

• Técnicas de relajación:

Para relajar la tensión nerviosa, especialmente en los hombros y en el abdomen, mientras se respira calmadamente con el diafragma. Esto puede ayudar a mejorar la función pulmonar.

• Técnicas de meditación, bioautorregulación y yoga:

Estas formas de tratamiento, que prestan particular atención a la respiración profunda y a prolongar la exhalación, pueden ayudar a mitigar los ataques asmáticos producidos por el estrés.

• Acupresión:

Puede utilizase para ayudar a aliviar un ataque. Localice la parte superior del hueso del tórax (esternón) y deslace la mano a lo largo de la clavícula (a ambos lados). Baje la mano por el borde de la clavícula hasta encontrar dos puntos sensibles a cada lado. Eche los hombros hacia atrás y presione suavemente en el punto de dolor mientras inspira durante 3 segundos y espira durante 4 segundos.

• Osteopatía:

Para conservar la movilidad del tórax y poder respirar sin dificultad conviene someterse a un tratamiento de osteopatía.

• Acupuntura:

En el asma está implicada la energía del pulmón. Hay pruebas de que la aplicación de agujas en ciertos puntos de la oreja ayuda a reducir la frecuencia de los ataques asmáticos en algunas personas. Los resultados se aprecian antes de las 15 sesiones.